Cien personalidades avisan al Gobierno de que la sociedad pide un final digno y no eutanasia
Aglutinados en la plataforma «Los 7.000», un
nutrido grupo de médicos, académicos, políticos, empresarios y representantes de la sociedad civil han firmado un manifiesto para pedir al Congreso
que detenga la tramitación de la ley de eutanasia y ponga en marcha un «plan de cuidados paliativos para toda la población», ya que lo esencial es «eliminar el sufrimiento, no al que sufre»
POR LAURA DANIELE
ROSA VISIEDO RECTORA UNIV. CEU SAN PABLO
JOSÉ LUIS CORCUERA EXMINISTRO DEL INTERIOR
«Provocará desconfianza en el sistema sanitario»
«Las urgencias en un tema tan serio no son buenas»
Para la rectora de la Universidad CEU San Pablo la ley de eutanasia provocará en la sociedad «una desconfianza en el sistema sanitario, ya que destruirá la relación médico-paciente». Por ello, reclama un plan de cuidados paliativos que asegure «una asitencia adecuada a toda la población».
El exministro del Interior con Felipe González afirma que la legalización del suicidio asistido debiera tramitarse como un proyecto de ley y no por la vía exprés, ya que «las prisas en un tema tan serio no son buenas consejeras y requieren de un debate profundo del conjunto de la sociedad».
«No hay demanda social urgente ni numerosa»
Esta experta en Bioética cree que «una ley de profundo calado social necesita un debate sereno» y no tramitarse en medio de una situación «tan grave» como la actual pandemia. «No responde a una demanda social urgente ni cuantitativamente numerosa», añade.
ELENA POSTIGO DIR. INST. DE BIOÉTICA DE LA UNIV. FRANCISCO DE VITORIA
CARLOS CENTENO DIR. MEDICINA PALIATIVA CLÍNICA UNIV. DE NAVARRA
«Es una iniciativa retrógrada»
MARÍA SAN GIL VICEPTA. FUND. VILLACISNEROS
«Es cínico pretender esta ley con 50.000 muertos por Covid»
Este oncólogo sostiene que «aprobar la eutanasia sin que haya servicios de cuidados paliativos en los hospitales, sin que se enseñe esta disciplina a todos los futuros profesionales de la salud y sin haber creado la especialidad como en el resto de Europa, es retrógrado».
La exdirigente del PP vasco considera «un enorme cinismo y una gran falta de sensibilidad» pretender ahora tramitar una ley de eutanasia «con más de 50.000 personas fallecidas en los últimos siete meses» como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
ALICIA LATORRE PTA. FEDERACIÓN ASOC. PROVIDA
ALFREDO DAGNINO LETRADO CONSEJO DE ESTADO
MÓNICA LÓPEZ BARAHONA PTA. FUND. JÉRÔME LEJEUNE
FRANCISCO VÁZQUEZ EMBAJADOR DE ESPAÑA
IGNACIO GARCÍA JULIÁ PTE. FORO DE LA FAMILIA
«No se puede destinar ni un euro a la eutanasia»
Latorre defiende que «ninguna ley puede legitimar quitar la vida». Por ello, subraya que tampoco «ningún país civilizado debe destinar ni un euro para este propósito», ya que la eutanasia es «una ley propia de regímenes totalitarios, utilitaristas y de gobiernos sin conciencia».
«Es una ley injusta e ilegítima»
«Es el mayor fracaso»
«Es un capítulo más del pensamiento único totalitario»
«Es una ley puramente ideológica»
Para este letrado, la ley de eutanasia es «ilegítima e injusta», ya que el Estado «carece de legitimidad para determinar cuándo comienza o termina la vida». «Ese es el debate de fondo» para Dagnino, quien invita a preguntarse «si el legislador lo puede todo por muchas mayorías parlamentarias que tenga su iniciativa».
López Barahona recuerda que «cuando la ciencia y la medicina no pueden curar, siempre se debe cuidar». Por ello, considera la eutanasia como «el mayor fracaso ante una situación de dolor». Subraya que los sanitarios se forman durante años para tratar de curar y cuidar a los enfermos, no para acabar con sus vidas».
El exalcalde socialista cree que «la eutanasia es un capítulo más del pensamiento único totalitario imperante que se impone en las leyes sancionando a los discrepantes». Entre las víctimas de esta nueva ley, destaca a los sanitarios que «no tendrán garantizado su derecho a la objeción de conciencia».
El presidente del Foro Español de la Familia asegura que la sociedad española no quiere que se regule la muerte sino que se ayude a la vida, sobre todo en estos tiempos de pandemia. «Es, por tanto, una ley puramente ideológica redactada para contentar a unas bases radicalizadas».