Precedente histórico en España para ampliar la vida de las centrales
El Consejo de Seguridad Nuclear avala una reapertura condicionada de Garoña
El pleno del CSN exige al operador inversiones en seguridad y deja en manos del Gobierno el futuro de la planta burgalesa parada desde 2012
Madrid, Agencias
El presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Fernando Marti, informó ayer de que será el Ministerio de Energía, Industria y Turismo el que decida cuánto tiempo opera la central de Garoña (Burgos) si finalmente decide autorizar su reapertura. Así lo anunció Marti en una multitudinaria rueda de prensa celebrada horas después de que el pleno CSN haya aprobado, con cuatro votos a favor y uno en contra, avalar un dictamen favorable a que la planta burgalesa vuelva a conectarse a la red si hace las inversiones en seguridad que se le requieren.
El presidente del máximo órgano regulador de la seguridad nuclear, nombrado a propuesta del PP, ha aclarado que el CSN ha aprobado que Garoña opere hasta 2031 (los próximos 14 años) si cumple lo que se le pide en materia de seguridad, pero que los plazos de autorización los tendrá que poner el Gobierno.
«El CSN no autoriza a Garoña a operar ni lo desautoriza, simplemente establece las condiciones para que sea segura si quiere volver a hacerlo; es el Ministerio de Energía quien tendrá que tomar la decisión de permitirle operar y por cuánto tiempo», ha incidido Marti.
El presidente del CSN ha remarcado que lo que han avalado cuatro de los cinco consejeros del CSN es «lo que han dicho los técnicos».
Por su parte, Antonio Munuera, director técnico de seguridad del CSN ha indicado que los requerimientos que el dictamen para Garoña puede agruparse en diez grandes condiciones, la mayoría de las cuales atienden a modificaciones en el diseño exigidas desde el accidente en la central de Fukushima (Japón). Esas modificaciones deberán ejecutarse antes de la carga del combustible nuclear si la central recibe autorización.
La consejera Cristina Narbona, nombrada a propuesta del PSOE, que ha votado en contra de avalar la reapertura de Garoña, ha señalado que uno de sus principales argumentos para hacerlo es que por primera vez desde 1999 el CSN concede un informe favorable sin establecer un límite temporal a la renovación de explotación.
Respecto al alargamiento de la vida de las nucleares hasta los 60 años, Javier Dies, otro de los tres consejeros propuestos por el PP ha señalado que en el mundo hay 87 reactores para operar hasta los 60 años, y 117 con permisos más allá de los 40 años. Dies ha agregado que en Estados Unidos están planteando ya que las nucleares operen de los 60 a los 80 años.
El CSN ha tomado esta decisión basándose en 167 informes técnicos
Central nuclear de Santa María de Garoña (Valle de Tobalina, Burgos). | foto ical
Los partidos rechazan la decisión y el precedente que supone para otros centros
Todos los partidos políticos ¿excepto el PP¿ y las organizaciones ecologistas rechazaron ayer la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) de avalar la reapertura de la central nuclear de Garoña (Burgos) a pesar de que no se han atendido los requerimientos de seguridad que se le había impuesto. También coincidieron la mayor parte de los grupos políticos en que se trata de una instalación muy pequeña, insignificante para el suministro energético y cuya reapertura no es rentable, y en que, en realidad, lo que «esconde» es el intento por sentar un precedente para que otras centrales nucleares espa
ñolas alarguen su vida útil. El Gobierno Vasco «lamenta y rechaza» la decisión del CSN, y ha observado que la central «ha cumplido con creces su vida útil y además cuenta con una tecnología obsoleta», similar a la accidentada central japonesa de Fukushima. Para la diputada socialista Ester Peña, se trata de una «auténtica infamia» y ha acusado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de «jugar con fuego». También las organizaciones ecologistas han lamentado el dictamen del CSN y han coincidido en que la decisión abre la puerta para alargar el funcionamiento de todo el parque nuclear.
Cristina Narbona, consejera nombrada a propuesta del PSOE, vota en contra de la continuidad
La oposición en la comunidad alerta del riesgo que supone una planta de más de 40 años
elaborados en los dos últimos años.
Tras el visto bueno del CSN, corresponderá al Ministerio de Energía decidir si autoriza a Nuclenor a volver a conectar la planta a la red, ya que está parada desde 2012, y finalmente será el operador quien, de contar con el sí del Gobierno, decida ejecutar o no el permiso solicitado para operar la planta hasta 2031, cuando cumpla los 60 años.
La decisión adoptada por el pleno del CSN sienta un precedente histórico hasta ahora en España, ya que no sólo se avala que una planta nuclear opere más allá de los 40 años, sino que desliga la revisión integral de seguridad de la central, que se realiza cada diez años, del aval para operar, que se ha dado para 14 años (hasta 2031).
Desde Castilla y León, el secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, aseguró que
Garoña «no abrirá» a pesar de contar con el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear y acusó al Ejecutivo autonómico de «vender humo» con su posible reapertura, porque Nuclenor -Iberdrola y Endesa«no están interesadas» realmente en su reapertura.
El dirigente autonómico de Podemos, Pablo Fernández, planteó que reabrir Garoña conllevaría un «alto riesgo» para la ciudadanía, ya que es una planta que cuenta con más de 40 años de vida y podría tener «problemas de seguridad».
El procurador de IU-Equo, José Sarrión, ha registrado una iniciativa en las Cortes de Castilla y León en la que pide al Gobierno que «cierre y desmantele ya» Garoña y además «asuma la responsabilidad política y penal que pueda derivarse de cualquier decisión relacionada con su reapertura».