EL EMPLEO JUVENIL VASCO CRECE HASTA NIVELES DE 2009
La tasa de ocupados de entre 16 y 24 años se sitúa en el 24,7% y confirma su recuperación catorce años después
2 A. Diez Mon
Por territorios
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VITORIA - Regreso al momento previo al estallido de la crisis financiera de 2008, una zona cero para el empleo y la actividad económica en general. La tasa de ocupación de los vascos de entre 16 y 24 años se sitúo el año pasado en el 24,7%, lo que supone que una cuarta parte de las personas entre esas edades tienen trabajo. Es el mismo porcentaje que con el que se cerró 2022 y se consolida así una tendencia que sitúa ese segmento del mercado laboral en niveles de 2009, cuando los efectos de la gran depresión aterrizaron finalmente en Euskadi y concluyó de la forma más abrupta posible el periodo de crecimiento más largo de la economía vasca.
Ocurre algo similar con la tasa de paro de los jóvenes, que confirmó el año pasado su tendencia a la baja y se situó en el 17,6%. En su caso, este valor es 5,3 puntos porcentuales más bajo que el de 2009, si bien está muy lejos del 9,9% de 2008. Sin embargo, tampoco la tasa de desempleo de todas la CAV se ha equiparado a los estándares previos a la crisis financiera.
RÉCORD DE AFILIACIÓN Fueron años de intensa actividad económica en los que el porcentaje de personas sin empleo en la CAV llegó a ser del 3,3% en 2007. Los ciclos no son comparables. En el contexto actual, con un récord de afiliación a la Seguridad Social y más de un millón de trabajadores cobrando su salario, la tasa de
Comportamiento desigual.
Los datos de empleo y paro juvenil por territorios reflejan un comportamiento heterogéneo en la CAV. Los desempleados de entre 16 y 24 años se han triplicado (+220%) en Araba desde 2008. En cambio, tanto en Bizkaia como en Gipuzkoa el crecimiento ha sido del 50%. En relación al número de ocupados, Gipuzkoa lidera el crecimiento con un repunte del 23% desde 2009. Araba también se mueve en esos porcentajes (20%). En cambio, Bizkaia se mantiene en el mismo nivel.
actividad -la población en edad de trabajar- es más alta que en 2008. No ocurre lo mismo con el porcentaje de ocupados y, por ello, la tasa de desempleo se mueve en otros parámetros. Si se tiene en cuenta además que el número de parados registrados en las oficinas de Lanbide sí es similar al del ciclo expansivo de principios de siglo, el margen de reducción de la tasa de paro es muy limitado.
De hecho, la previsión del Gobierno vasco para este año es reducir en cinco décimas el porcentaje de desempleo, lo que conllevaría la creación de 10.000 puestos de trabajo a tiempo completo equivalentes.
Según la encuesta de Población en Relación a la Actividad (PRA) que elabora trimestralmente Eustat, a finales del año pasado, 10.100 vascos entre 16 y 24 años están en situación de desempleo. Son 3.900 más que en 2008. El número de ocupados en esa franja de edad es hoy 47.500 frente a los 56.700 de hace quince años.
Debido a la evolución demográfica, al envejecimiento de la población, el único colectivo que tiene en estos momentos un número de ocupados mayor que antes de la crisis financiera es el comprendido entre 45 o más años. En concreto son 531.200 trabajadores frente a los 363.900 de 2008. Esa franja a partir de los 45 años se trata por supuesto de la más ocupados tiene. Antes de la crisis financiera, la situación era diferente y la mayor fuerza laboral tenía entre 25 y 44 años.
EN BUSCA DEL PRIMER EMPLEO De vuelta al paro juvenil, los datos de Eustat señalan que solo han trabajado alguna vez 6.600 de los vascos entre 16 y 24 años en paro. Lo que implica que 3.500 jóvenes están buscando su primer empleo en estos momentos.
En esa situación también están 2.500 desempleados vascos entre 25 y 44 años, más del doble que antes de la gran depresión. Destaca por último que 400 personas de más de 45 años se declaran en situación de paro y buscan su primer trabajo. Es la cifra más baja desde el año 2019 y se de la circunstancia que a partir de ese año ese colectivo ha rondado las 1.400 personas. Una de las posibles causas del incremento de los últimos años podría ser la necesidad de reforzar los ingresos en el hogar durante la pandemia. Otro impacto económico y social del que la Comunidad Autónoma Vasca ha salido con nota.
Feria de empleo juvenil. Foto: B. Guerrero