¿VOLVEREMOS A HABLAR DE DURO FELGUERA?
José Ramón Pin Arboledas
Profesor del IESE
H e seguido la trayectoria de una em
presa asturiana centenaria y estratégica en los últimos años. Desde su decadencia en los años diez de este siglo hasta su estabilidad y casi segura recuperación después de la decisión de la Sepi. Se llama: Duro Felguera (DF).
Creada en el siglo XIX, al albur del negocio de la minería del carbón, empezó a cotizar en la bolsa de Madrid en 1902 y sigue viva. Lo más importante de su trayectoria es que después de ser el emporio del carbón asturiano pasó a convertirse en una empresa de ingeniería y tecnología y ahora puede girar con éxito hacia la energía renovable y la tecnología digital sin perder sus competencias actuales. Un caso de reconversión empresarial creando riqueza y valor a su entorno. Algo que tanto necesita la economía del Principado como la española.
La naturaleza de los proyectos "llave en mano" que produce DF exige financiación. Los clientes de estas operaciones grandes piden para firmar contratos dos cosas: competencias técnicas y solvencia financiera. La
primera ha sido demostrada por DF durante años.
La decisión de la Sepi de entrar en la compañía aporta solvencia financiera. Pero para ello la compañía tenía que cumplir con las condiciones previstas para optar al Fondo de rescate. Una clave esencial han sido los resultados registrados en 2019. El equipo directivo consiguió mantener a la compañía a flote sin avales bancarios desde que entró en 2018. Además, registró una cifra de negocios de 392 millones de euros y un Ebitda y beneficio positivo. Contrató proyectos por valor de 105,5 millones de euros sin contar con avales bancarios (el 30% más que en 2018). La jugada estaba clara: gestión de los proyectos heredados conflictivos, gestión de caja exhaustiva y mucha cintura para evitar situaciones preconcursales y ataques especulativos, que también los hubo. También se empezó a trabajar el germen de una colaboración público-privada con SEPI.
Llegó la pandemia en 2020 y la compañía sufrió sus efectos. La reacción fue rápida. Una de las primeras empresas que presentó
su solicitud al Fondo, optando por defender la integridad de la compañía, el empleo y su relevancia en el entorno industrial, especialmente el asturiano. En el plan presentado se marcaron 3 fases que tenían que darse de forma consecutiva: Sepi, acuerdo con la banca, y la entrada de un inversor privado.
¿Puede decirse que el equipo de Duro y Sepi han acertado? Otras empresas optaron por otras alternativas que el tiempo ha demostrado que no fueron las adecuadas. Pero esto es sólo el principio. Ahora hay que acertar en la gestión. Duro necesita acelerar rápidamente para no volver a perder el tren que le debe llevar a posicionarse en sistemas inteligentes y energía verde lo antes posible. Cabe preguntarse si es oportuno un cambio de equipo, liderado por José María Orihuela, en este momento, o es mejor que el equipo que ha llevado la empresa hasta aquí siga marcando el rumbo que ya había puesto en marcha en 2019.
Duro Felguera, por sus competencias acumuladas, puede ayudar a este país a desarrollar más la industria de energía renovable. Los Fondos de Reconversión Europea se van
a orientar en parte en ese sentido. Algo muy bueno para España tanto por el cuidado del medio ambiente, como porque somos dependientes en energía que compramos al extranjero, mucha de origen fósil. Reducir esa dependencia mejoraría nuestra balanza comercial y las finanzas públicas. Me consta que en la actual dirección existen planes en ese sentido. Lo mismo en buscar otro tipo de diversificación.
Si eso ocurre y con el tiempo el Estado recupera la inversión, o la mantiene en una empresa rentable, esa decisión habrá sido un buen ejemplo de cooperación Público/Privada de la Administración, la banca y los inversores en el mercado bursátil.
De hecho, mucho antes de la decisión, el mercado bursátil estaba dando signos de esperanza. La cotización en los últimos meses ha pasado de 0,5 euros la acción en noviembre de 2020 a 1,75 euros en febrero de 2021. Un claro signo de que hay confianza en la trayectoria de los dos últimos meses. El dinero no suele ser tonto y su apuesta por las acciones de DF indica que la compañía está reflotándose en la buena dirección.
Creo que si todo sale como se ha planeado será un buen caso para las Escuelas de Negocio. Dentro de un año, si todo funciona como parece, volveremos a hablar de Duro Felguera.
La compañía necesita acelerar en sistemas inteligentes y energía renovable