El Gobierno lanzará el primer plan de avales a pymes con 20.000 millones
ANTONIO MAQUEDA, Madrid
El Gobierno prepara una línea de avales a préstamos de empresas por valor de unos 20.000 millones de euros en respuesta a la crisis del coronavirus. Se trata de un montante inicial que podría aumentarse hasta un importe mucho mayor, de
unos 100.000 millones. Es casi el 10% del PIB que reclaman los bancos, la CEOE y el Banco de España. Este último tiene todos los datos del crédito. La cifra final colocaría el plan de garantías de España a un nivel de cobertura comparable con el bazuca alemán, dotado con hasta 500.000 millones.
El Ejecutivo se enfrenta a una caída del PIB muy aguda debido a las medidas tomadas para hacer frente a la Covid-19. Por este motivo, la banca y la patronal han presionado al Ministerio de Economía para que articule una línea de avales con la suficiente potencia como para despejar cualquier duda. Según fuentes conocedoras de las negociaciones, la cifra que demandan asciende a los 100.000 millones de euros, en torno al 10% del
PIB. Todo para intentar que no falte circulante a las empresas y que estas no tengan que cerrar.
Esos 100.000 millones pondrían el crédito a pymes en España con una cobertura comparable a la que brinda el plan alemán, de hasta el 80% del riesgo. Los 100.000 millones también equivalen a la línea que abrió Europa a España para que rescatase a la banca en 2012. Aunque de esta luego solo se usó la mitad.
La tensa discusión del Gobierno por el llamado escudo social se ha desarrollado en paralelo a esta por los avales que prepara Economía. Hasta ahora solo se habían anunciado unos 400 millones del ICO. Y se espera que hoy el Consejo de Ministros apruebe un nuevo paquete. En estos momentos y a la espera de lo que decidan en el consejo, se barajan, según fuentes unos 20.000 millones gestionados por
gubernamentales,
el ICO. Y esta cifra podría ampliarse hasta los 100.000 millones que solicitan las entidades, la CEOE y el Banco de España. Muchas han sido las llamadas para intentar influir, aseguran diversas fuentes al tanto de las conversaciones.
Se empieza con unos 20.000 millones. Y eso a pesar de que el sector financiero ha presionado a la vicepresidenta Calviño para que haga ya lo mismo que Alemania y ponga un bazuca mucho mayor de avales con la intención de garantizar que no se caiga la financiación a las empresas.
Sin embargo, la titular de Economía se ha resistido. Cree que esas garantías públicas acabarán en buena medida siendo utilizadas y, en consecuencia, generando déficit y deuda. Si se descontrola el déficit, el riesgo de que el mercado sitúe a España junto a Italia es elevado. Entonces la prima de riesgo podría dispararse, haciendo imposible la recuperación y reeditándose la crisis soberana de 2010.
No obstante, el Banco de España, la patronal y las entidades argumentan que si no se hace más la economía puede sufrir un daño
La vicepresidenta Nadia Calviño se dirige al comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, el miércoles en Bruselas. / T. MONASSE (GETTY)
en parte irreversible. Sostienen que si la recesión rompe el canal crediticio la recuperación no será en V. El problema consiste en que las entidades ya se encuentran muy justas de capital. Y si las empresas empiezan a quedarse sin ingresos, en ese caso la banca tendrá que provisionar por esa pérdida esperada, reduciendo sus niveles de capital. Solo que es imposible captar nuevo capital con las Bolsas hundiéndose. De modo que las entidades se verán obligadas a cerrar el crédito para no perder solvencia, dejando a numerosas empresas sin liquidez suficiente para aguantar el parón. Lo que a su vez haría que la contracción fuese mucho peor. Muchas empresas cerrarían y no serían capaces de retomar más adelante la actividad. El daño sería entonces más permanente.
Medidas del BCE
La propuesta del sector financiero consiste en que los créditos tengan unos avales del Estado que permitan a los bancos no provisionar. Alemania y Francia ya han tomado medidas de liquidez en este sentido. Berlín anunció una línea por valor de hasta 500.000 millones, el 15% de su PIB.
Y también es crucial el papel que desempeñe el BCE. A pesar del patinazo que la semana pasada protagonizó Christine Lagarde cuando dijo que no cerraría primas de riesgo, el incremento de compras de deuda va a facilitar la financiación de esos déficits generados por la crisis del coronavirus, según fuentes financieras.
El BCE también presiona para que las iniciativas de los Gobiernos vayan por esta línea. De hecho, ya ha adoptado medidas para que las entidades lo tengan más fácil. Ha anunciado que pospone los test de estrés y las inspecciones in situ. Ha liberado los colchones anticíclicos de los bancos para que dispongan de más capital -aunque las entidades españolas ahora mismo lo tienen a cero y en consecuencia no obtendrán nuevos recursos-. Y no exigirá los colchones previstos para momentos de dificultades. Con ello se busca que la banca tenga menos restricciones a la hora de financiar a unas empresas que van a sufrir un severo desplome de la facturación. Pero aun así, con esto no bastará frente a una caída de la economía muy abrupta. De ahí que el BCE pida los avales.