El Eurogrupo busca movilizar 500.000 millones para salvar la brecha norte-sur
SIN 'CORONABONOS'/ Los ministros de Finanzas europeos bregan por un acuerdo de mínimos en el que los países del sur podrían ceder a cerrar la puerta a los 'coronabonos', al menos por ahora, a cambio de un Fondo de rescate sin condiciones.
Inma Benedito. Madrid
La pandemia del coronavirus amenaza con reventar las costuras de la Unión Europea. La eterna batalla entre la ortodoxia de los halcones del norte y las reivindicaciones de solidaridad y gasto de los vecinos mediterráneos vuelve a revelar una herida abierta en el seno de la Unión por la que podría deslizarse una profunda recesión.
Los ministros de Economía y Finanzas de los 27 se dan cita hoy en una reunión telemática del Eurogrupo para pactar una respuesta coordinada que amortigüe el impacto económico de la crisis sanitaria. Todo apunta a que firmarán la activación de una red de ayudas por valor de 500.000 millones de euros. Eso sí, sin coronabonos.
La solución, lejos de suturar la brecha Norte-Sur, amaga con ser un simple parche bajo apariencia de acuerdo de mínimos. Las dos peticiones de los países mediterráneos (España, Italia, Francia, Portugal y Grecia, pero también Irlanda, Bélgica, Eslovenia o Luxemburgo): mutualizar la deuda de los estados que necesiten ayuda emitiendo bonos europeos (coronabonos) y un fondo de rescate para países en apuros; se han llevado un portazo y un sí cogido con pinzas, respectivamente.
"Ahora mismo no hay acuerdo. Los países más duros quieren líneas del MEDE con
cierta condicionalidad y los del sur quieren algún tipo de financiación conjunta", explica Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano.
El problema es que, sin una mutualización de la deuda a través de los coronabonos, los países más afectados por la pandemia, que son precisamente los que menos margen fiscal tienen, se verán con un nivel astronómico de deuda y dificultades de acceso a los mercados. Tanto Francia, como los comisarios europeos de Economía, Paolo Gentiloni, y de Mercado Interior, Thierry Breton, han propuesto la emisión de bonos comunitarios. La misma idea, pero con otros nombres.
Aunque el presidente del Eurogrupo, el portugués Mário Centeno, no descartaba ayer que los coronabonos pudieran entrar en un debate futuro, en esta reunión apostó por ser pragmático y sacar adelante los instrumentos donde ya hay acuerdo: un fondo de rescate para Estados, una línea de crédito para empresas a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), y una red de financiación para aguantar el elevado gasto público de sostener las ayudas a autónomos y de los ERTE. "Estas medidas representan una red de seguridad de alrededor de medio billón de euros", adelantó ayer.
El plato fuerte es la activa
La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ayer en una reunión con agentes sociales.
ción del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), un fondo de rescate que ya existía pero nunca se había utilizado, y que concederá créditos de hasta 240.000 millones a los países en apuros. Este mecanismo cubriría hasta el 2% del PIB del país que solicite la ayuda (en el caso de España, unos 28.000 millones).
Pero pese a venderlo como un acuerdo, hasta en el MEDE hay flecos. Mientras países como Italia y España consideran que condicionar las ayudas estigmatizaría a los países que lo
soliciten; Holanda y Austria se niegan a rescatar a cambio de nada, y exigen a quien quiera beneficiarse un plan de ajuste supervisado por los hombres de negro (tecnócratas de la Troika: FMI, BCE y Comisión Europea). El ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, echó sal en la herida hace unos días al pedir a la Comisión una investigación para determinar por qué España e Italia no tienen margen presupuestario para luchar contra el coronavirus.
Consciente quizás de que,
tras bloquear los coronabonos, un fondo de rescate bajo la lupa de los hombres de negro sería la gota que colma el vaso para los países del sur de Europa; Alemania, hasta ahora alineada con los halcones, decidió envainar su ortodoxia. El ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, aceptó relajar estas exigencias y adelantó que el MEDE podría no implicar condicionalidad: "No necesitamos una Troika". Pero si incorpora exigencias, advierte Steinberg: "Si estamos hablando en ese nivel, olvídate de la
UE... No es que haya acuerdo, es que ganan los del norte". Italia y España amenazaron en la última reunión del Eurogrupo con bloquear un acuerdo que no incluyera la mutualización de la deuda, y podrían volver a hacerlo. La escena recuerda al plante del ex presidente, Mariano Rajoy, y el ex primer ministro italiano, Mario Monti, en plena crisis financiera, en 2012, y que se saldó con los primeros pasos de una unión bancaria.
Sí hay consenso en el despliegue de la artillería del BEI
Luz verde a créditos del BEI por 200.000 millones y a la línea de Bruselas para sostener el empleo
para dar liquidez a las empresas, la segunda medida a la que darán vía libre hoy. El BEI lanzará un fondo de garantía de 25.000 millones que permitirá inyectar 200.000 millones en el tejido empresarial europeo a través de líneas de crédito.
En tercer lugar, aprobarán una propuesta de la Comisión Europea para ayudar a los países a sostener las rentas de trabajadores afectados. Se trata de una línea de préstamos de hasta 100.000 millones que podrán pedir países como España para sufragar las medidas de apoyo a autónomos o sostener el elevado coste de los ERTE.
Pero todas estas ayudas implican endeudarse y, por mucho acuerdo que haya, si no va acompañado de una mutualización, precipitará a los países que soliciten créditos a una espiral de deuda insostenible. Algo dramático, dada la casualidad de que los más afectados por la pandemia, Italia y España, soportan deudas ya muy abultadas que obstaculizan los planes de choque contra el virus: mientras EEUU ha inyectado un 5% de su PIB en la economía, España apenas ha hecho frente a un 0,7%, según Bruegel. "Es poco probable que tengamos lo que necesitamos tener: un del 5% del PIB de la UE asimétricamente gastado, y no los países que menos lo necesitan, como Alemania", explica Steinberg, que observa que, para que los halcones acepten coronabonos haría falta que "el impacto de la pandemia aumente en el norte".
Editorial / Página 2
Páginas 2-3 Jurídico / Las normati
vas de urgencia de los países europeos
frente a la crisis