La crisis amenaza la continuidad de 9.500 empleados con discapacidad
JOSEP CATÀ, Barcelona El impacto de la pandemia sobre el mercado del trabajo también golpea a las empresas que dan empleo a personas con discapacidades intelectuales o trastornos mentales. Casi dos tercios de estos Centros Especiales de Trabajo (CET) han visto como su actividad ha caído por debajo del 25%. Las entidades avisan de que sin apoyo de la administración no conseguirán ser viables, con el riesgo de dejar sin empleo a 9.500 trabajadores con discapacidad intelectual o trastorno mental. Las asociaciones Ammfeina y Dincat lanzaron ayer un grito de alerta ante la posibilidad de que se recorten las subvenciones con las que afrontan el pago de las nóminas. En un comunicado conjunto, pidieron a la Generalitat que garantice estas ayudas y que abone los importes impagados.
Recorte de 215 millones
El sector lleva tiempo reclamando mejoras en las subvenciones públicas que reciben, que en Cataluña están congeladas desde hace 10 años. Pero con la crisis derivada del coronavirus han elevado la alerta, al ver peligrar incluso el cobro de estas subvenciones.
El Ministerio de Trabajo comunicóque se recortaría a las comunidades la partida para políticas activas de empleo, con el objetivo de reforzar el pago de prestaciones por desempleo tras la alta demanda por la avalancha de ERTE. El recorte a la Generalitat fue del 55%, es decir, 215 millones de euros. El Govern tiene que repartir el resto entre políticas de formación y subvenciones salariales.