Bruselas estudia medidas para apoyar a las empresas
La Comisión insiste en que la respuesta al Covid-19 no puede ser como la pasada crisis
Jorge Valero BRUSELAS.
La crisis que provocará el Covid-19 "no tiene precedentes", por lo que la respuesta también tiene que salirse de los manuales, dijeron ayer más de una docena de veces los responsables de Economía de la Comisión Europea, el vicepresidente Valdis Dombrovskis y el comisario Paolo Gentiloni. Como parte de la respuesta, Dombrovskis anunció que están estudiando crear un instrumento para respaldar empresas solventes en Estados miembros y sectores muy
afectados por la pandemia, para asegurar la integridad del mercado común, aunque no dio más detalles. El nuevo mecanismo formaría parte de la nueva propuesta del presupuesto plurianual para el pró-ximo periodo (2021-2027), y para el fondo de recuperación del coronavirus, que presentarán en un par de semanas. El presupuesto comunitario y el fondo estarán relacionados, aunque el Ejecutivo comunitario no ha dicho todavía cómo. Y, sobre todo, la Comisión aún tiene que definir qué cantidad de los fondos para superar la profunda recesión llegará como ayudas directas a fondo perdido (grants) y qué parte como préstamos que tengan que devolver los socios, como ha sido hasta ahora la respuesta europea. No habrá mutualización de la deuda ni coronabonos, como pedían
España y otros ocho países piden a la UE un plan de recuperación para el sector turístico
los que defienden una respuesta Europea ambiciosa, entre ellos España, Italia o Francia. Pero estos países piden que, al menos, los fondos para la recuperación se basen principalmente en transferencias directas, que no disparen las deudas nacionales de los más afectados.
Gentiloni y Dombrovskis adelantaron que habrá tanto ayudas directas como préstamos, y que la inversión relacionada con la recuperación
se concentrará durante los primeros años del próximo presupuesto, aunque no precisaron la cifra.
Un papel interno de la Comisión cifró el estímulo fiscal necesario en unos dos billones de euros, que se añadiría a los 3,4 billones que los países ya han movilizado, al medio billón en liquidez canalizada a través de varios instrumentos de la UE, y los 750.000 millones de compra de bonos del BCE. "Mi impresión es que hay un cambio de actitud en las instituciones europeas y en los Estados en esta crisis en comparación con la anterior," comentó Gentiloni, y destacó que hace una década las respuestas fueron sobre todo nacionales y se impusieron condiciones más duras. La magnitud de la intervención europea dependerá en parte del impacto de la crisis. La Comisión
presentará sus previsiones económicas de primavera el 7 de mayo. Gentiloni adelantó que sus proyecciones estará en línea con las del FMI, que predijo una caída del 7,5% del PIB este año para la eurozona.
Uno de los sectores más afectados, y que más ayudas recibirá, será el del turismo y el transporte aéreo. Los responsables de Turismo de los Estados miembros discutieron ayer las ayudas que podrían canalizar. Un grupo de nueve socios, entre ellos España, demandó un plan de recuperación para el sector, con medidas para el corto y medio plazo, sobre todo para las regiones más afectadas. El comisario de Industria, Thierry Breton, indicó la pasada semana que hasta un cuarto de los fondos del plan de recuperación podría ir destinadas al turismo.