Las empresas han recibido ya 40.000 millones de liquidez, según la vicepresidenta
marcha, como Alemania u Holanda, lo rechazan de plano y abogan por una solidaridad encauzada vía préstamos aunque con una condicionalidad blanda.
La vicepresidenta también defendió ayer en el Congreso, en otro mensaje con destino a Bruselas, la necesidad de "revisar" el presupuesto comunitario para los próximos siete años, "prestando atención a las políticas claves para la integración y la autonomía estratégica de Europa, como las de cohesión y la política agraria común", un sector este último vital para la economía española.
40.000 millones avalados Calviño adelantó ayer que la liquidez avalada por el Gobierno a través del ICO roza ya los 40.000 millones a través 300.000 operaciones, de las que el 98% corresponde a pymes y autónomos. El Ejecutivo aprobó el martes el tercer tramo de garantías por valor de 24.500 millones, elevando los avales liberados hasta la fecha a 64.500 millones de euros, de un total de 100.000 millones prometidos.
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ayer en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso.
conjunto de elementos de liquidez de corto plazo que valoramos positivamente, pero que no son suficientes, puesto que proporcionan una liquidez basada en créditos y, por tanto, no dan una respuesta europea verdaderamente sólida de largo plazo", afirmó Calviño durante su comparecencia a petición propia en la Comisión de Asuntos Económicos del Congreso.
Durante su intervención, la vicepresidenta lanzó un mensaje nítido a sus colegas co
munitarios al insistir en la necesidad de ir más allá de los créditos y de la flexibilidad en las reglas fiscales y crear "un gran fondo de recuperación conjunta de 1,5 billones para financiar, durante los próximos dos o tres años, programas de relanzamiento de la economía basados en la transición ecológica y la revolución digital, la autonomía de la industria europea o el apoyo a sectores tractores tan importantes como el turismo o el transporte", afirmó. Una
herramienta que se articularía mediante transferencias y no créditos y que, según España, debería financiarse con deuda perpetua. Es decir, ayudas directas a fondo perdido que no implicarían rescate ni mayores aumentos de déficit y deuda y que tampoco llevarían aparejados ajustes estructurales en el futuro, ni la supervisión de los hombres de negro. Pero que cuenta con un inconveniente fundamental: que quienes tienen margen y capacidad para ponerlo en
Europa Press
J. Díaz. Madrid
El Gobierno de Pedro Sánchez sigue fiando buena parte del futuro económico de España a la generosidad de sus socios europeos y, en concreto, a la creación de un fondo billonario que vía ayudas directas, que no créditos, mitigue los destrozos de la pandemia y allane el camino hacia la reconstrucción. Es una reivindicación de los países del sur, con menos músculo y margen fiscal que sus vecinos del norte para superar el profundo bache, sobre la que ayer insistió la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en vísperas de la reunión que mantendrá hoy el Eurogrupo.
Es obvio que la superministra de Economía quiere que esa cuestión esté muy presente en la cumbre telemática de este viernes, en la que los ministros de Economía y Finanzas de la UE abordarán los detalles de la "triple red de seguridad" pactada a regañadientes por el bloque comunitario (ver información adjunta), dotada en conjunto de una potencia de fuego de 550.000 millones: 250.000 millones a través del fondo de rescate (el MEDE); otros 200.000 millones vía financiación del BEI, y alrededor de 100.000 millones a través del fondo para el empleo de Bruselas. Sin embargo, para el Gobierno español esa batería de medidas es insuficiente. "Aquí hay un
Calviño mete presión a la UE e insiste en el fondo de 1,5 billones de ayudas
EN VÍSPERAS DEL EUROGRUPO/ Reclama un instrumento de ayudas directas porque las medidas de liquidez acordadas hasta ahora "no dan una respuesta europea verdaderamente sólida de largo plazo".