Estados miembros tendrán que aportar ahora 25.000 millones en garantías, según su Renta Nacional Bruta. Con ellas, la Comisión acudirá a los mercados y reunirá los 100.000 millones. Desde la Comisión explican que se puede realizar en días una vez listas las garantías.
El Sure responde a Apoyo temporal para mitigar los riesgos del desempleo en una emergencia. Fue propuesto por la Comisión a principios de abril. Para algunos, como el Gobierno español y otras voces en el Ejecutivo comunitario, se ve como el primer paso hacia el seguro de desempleo europeo por el se lleva tiempo peleando para reforzar la eurozona con un colchón fiscal.
El comisario de Economía, Paolo Gentiloni, fue uno de los que más celebró la "gran noticia" del acuerdo por parte de los embajadores de los Estados miembros, con el que Sure quedó casi listo. España ha sido estas semanas uno de los socios que más alzó la voz para que estuviera listo para el 1 de junio.
El nuevo instrumento estará disponible hasta el 31 de diciembre de
El nuevo mecanismo estará vigente hasta finales de 2022, con posibilidad de ser prorrogado
El Tema de la semana Impacto del Covid-19
Calviño adelanta que solicitará la financiación europea para los Ertes
La cuota prevista para nuestro país apenas cubriría seis semanas de subsidios
Jorge Valero BRUSELAS.
Los Estados miembros terminaron ayer de pulir los flecos del Sure, el nuevo mecanismo de la UE frente al Covid-19, para apoyar los expedientes de regulación temporal de empleo (Ertes) y sus primos hermanos en otros socios comunitarios. Y a España no le ha costado ponerse la primera en la fila de las solitudes. La ministra de Economía, Nadia Calviño, indicó ayer que será una de las vías de financiación de los Ertes. En videoconferencia con corresponsales comunitarios antes del Eurogrupo, Calviño recordó que "desde un primer momento hemos apoyado muy decididamente este instrumento", dado que se adapta a la flexibilidad de los Ertes españoles.
Por eso, una vez esté operativo, "nuestra intención sería utilizar este instrumento como una de las vías de financiación". La vicepresidenta económica no cree que el nuevo instrumento comunitario cargue con el estigma asociado a la ayuda exterior, como sí se vincula al Mecanismo Europeo de Estabilidad, la fuente de los rescates durante la pasada crisis del euro. "No me puedo imaginar que haya alguien que no considere positivo para nuestro país que podamos utilizar un instrumento que se orienta específicamente a financiar estos Ertes", insistió. No obstante, Calviño también empezó a modificar su posición respecto a la petición de ayuda al Mede. Si hasta ahora señalaba que España continuaría finan
La vicepresidenta económica, Nadia Calviño. EFE
ciándose en los mercados, ayer respondió que lo estudiarán teniendo en cuenta "el interés general" de los españoles y, en concreto, si supondría un ahorro en costes con respecto a la financiación en los mercados. El Sure ofrece hasta 100.000 millones de euros en créditos blandos para apoyar los esquemas temporales de desempleo nacionales frente al coronavirus. Los detalles de los créditos serán negociados bilateralmente
entre los Gobiernos y la Comisión. Aunque no hay un porcentaje asignado para cada país, los tres Estados miembros que más fondos reciban no podrán superar el 60% del total, es decir, unos 60.000 millones de euros. Italia y Francia tienen papeletas para ser los otros dos países que más fondos reciban, por estar también entre los más afectados por la pandemia y encontrarse sus economías en un estado más delicado.
En el hipotético caso de que estos tres países se repartieran ese 60% del total a partes iguales, a España no le tocarían más de 20.000 millones, cantidad que apenas serviría para cubrir un mes y medio del coste de los Ertes en nuestro país.
Según las cifras que envió el Gobierno a Bruselas, España se gastó en las primeras seis semanas de la crisis del coronavirus 17.894 millones en ellos. Para que el dinero esté operativo, los
2022, aunque los Estados podrían alargar su vigencia, y forma parte de la triple red de seguridad de unos 540 millones que acordaron las instituciones comunitarias y los países para amortiguar el impacto del virus. Junto a sus 100.000 millones para el desempleo, la UE también facilitó liquidez a sus miembros a través del Mede (unos 240.000 millones) y a las empresas a través del Banco Europeo de Inversiones (100.000 millones).