Nissan abre la puerta a cambiar "el calendario" del cierre en Barcelona
D. C. S., Barcelona Han pasado dos semanas de periodo formal de negociaciones y la posición entre Nissan y los sindicatos se mantiene igual que cuando la compañía japonesa presentó el expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a 2.525 personas. El fabricante defiende que las plantas de Barcelona no tienen futuro viable y los sindicatos que no se puede negociar con un espada
de Damocles apuntando a su futuro tan claramente. En esas, Nissan abrió ayer ligeramente su posición y, tras explicar las motivaciones del cierre -que los representantes de los trabajadores no creen-, aseguró su disposición a "hablar de todo en el marco de la mesa de consultas, incluyendo tiempo y calendario". Es decir, que no quiere retirar el ERE, justo la demanda de sus aún empleados.
Después de que el Gobierno central y el catalán reclamaran a Nissan que abriera nuevos canales de negociación, el grupo japonés ha dado un paso. Y los sindicatos, con la intermediación de la Generalitat, han asumido que las negociaciones empezarán de forma seria a partir de la próxima semana, doblando el ritmo, con dos jornadas de negociaciones cada semana hasta el final de la negociación. La esperanza es abrir una vía de luz como la que propone el Ministerio de Industria y el Departamento de Empresa: ampliar el periodo hasta el cierre, ahora previsto para diciembre de este año.
Mientras la negociación de Nissan sigue activa, unos 200 trabajadores de empresas pro
veedoras y auxiliares del grupo japonés en Cataluña se concentraron ayer en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, frente el Palau de la Generalitat, para "reivindicar el futuro de las plantas de la compañía japonesa de automóviles en Cataluña", de las que dependen unos 15.000 empleos. Al finalizar la concentración, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, recibió a una representación de los sindicatos y de los trabajadores, que le pidieron han pedido "una a concreción del plan de apoyo al sector de la automoción". CC OO y UGT demandan a las administraciones que busquen una salida al cierre en Renault, socio de Nissan en la alianza del automóvil y que tiene cuatro plantas de producción en España.